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Cumaná, Estado Sucre, Venezuela
Un lugar para recibir y compartir visiones. La sociología tiene la tarea de conjugar en una sola mirada, la sociológica, el espectro inmenso de las apreciaciones sobre lo cultural. Aunque la mirada de un sociólogo es personal su obligación histórica es considerar lo múltiple y diverso, asignándole pertinencia y un sentido humano.

martes, 3 de julio de 2012

multiculturaridad



                    El termino multiculturalidad, en un principio surge con la finalidad de referirse a un Estado nación democrático, cuyo pluralismo debía consistir en promover las diferencias étnicas y culturales. En tal sentido en las décadas de 60 el gobierno canadiense utiliza dicho termino con el propósito de crear una sola nación, entre las tres entidades sociales de la federación. Posteriormente la multiculturalidad es relacionada con las diferentes ciudadanías, lenguas e inmigrantes los cuales eran segmentados en el territorio según su procedencia aunque ellos no lo requirieran.
                   Otros términos que resultan importantes estudiar para la mayor y mejor comprensión del tema son:
                   La identidad, la cual se define como luna constelación de identificaciones particulares en instancias culturales distintas.
                   La alteridad, que consiste en la capacidad que posee cada individuo para reconocer al otro, no como alguien que pueda ser utilizado con fines propios, sino en el valor de su propio ser.
                                      Finalmente la interculturalidad que no es más que la expresión de un contacto entre culturas, o, como lo plantean algunos autores, el impacto de una cultura considerada superior, activa, sobre otra más simple y pasiva.

  
Multiculturalidad:

Es un concepto relativamente nuevo que no expresa que existan muchas culturas en el mundo ni tampoco que existan muchas en convivencia en un solo país, sino que fue pensado para referirse a un Estado nación democrático cuyo pluralismo debía consistir en promover diferencias étnicas y culturales.Seguramente quien primero lo acuño fue el gobierno canadiense para referirse a su nueva político de finales de los años 60. El gobierno se saco de la manga el termino “Multiculturalidad” para denotar las tres entidades sociales de la federación, la anglófona,  la francófona y las de los aborígenes (indios, invits y mestizos) que serían etnias compartiendo conjuntamente una única nación. Los francófonos se disgustaron del nuevo termino porque ellos no veían tal cosa así, sino que veían que Canadá era un conjunto de naciones diferentes, y que Québec, la suya, era otra mas y con derecho a constituir un Estado aparte.

En la década de los 70 “Multiculturalidad” empezó a ser referencia de un estado de cosas relativo a variadas ciudadanías segmentadas por territorio, lengua y hasta cierta peculiar historia que se hallan en un Estado democrático donde hasta los inmigrantes se les trata en segmentos según su procedencia aunque ellos no lo requieran. El multiculturalismo afloro de inmediato en las aulas universitarias como asunto relativo a unas minorías culturales cuyos derechos no se satisfacían. Estas supuestas minorías fueron de inmediato ampliadas al colectivo de gays y lesbianas,  mujeres y hasta discapacitados.
En lo que concierne a la inmigración la pregunta que se hacen los multiculturalistas (y sigo aquí escrupulosamente a Will Kymlicka, uno de los más conspicuos y editados) es así deberíamos no permitir que los inmigrantes recreasen entre nosotros sus propias culturas de origen. La respuesta que dan es que hacerlo así no sería ni incoherente ni imposible y hasta que sugieren que los gobiernos podrían darles territorios específicos a los inmigrantes, proporcionándoles recursos y para que creasen su propio gobierno según la pauta cultural de su país de origen. Incluso considera imaginable y hasta justo estimular que determinadas poblaciones de inmigrantes se vengan  a nosotros en calidad de colonos y haya que redistribuir las fronteras y las competencias políticas a fin de que se autogobiernen. Pero en un alarde de realismo, los multiculturalistas ya ven que los inmigrantes no vienen a donde nosotros a ejercer precisamente ese “derecho nacional” y por eso aceptan y la integración social de los inmigrantes.
El proyecto multiculturalista parte, pues, de que la integración del inmigrante debe ser fraguada como un resumir étnico y de fortalecimiento de la identidad étnica.
Lo que no es multiculturalidad según Alain Touraine.
Alain Touraine, en falsos “multiculturalismo” sostiene que estamos obligados a realizar esfuerzos reflexivos e investigativos para decantar el sentido profundo de lo multicultural.
Siguiendo las huellas de reflexiones recientes de autores europeos e hispanoparlante, tal vez los posibles hilos conductores para acercarnos al concepto de multiculturalidad son:
a.- Hay una frontera que no se puede franquear en la condición multicultural: la que separa el reconocimiento del otro de la obsesión por mi propia identidad, la apertura a la alteridad es un requisito de la multiculturalidad.
b.- Quien no es capaz de reconocer a cada cultura sus valores y pretensiones de universalidad. No está preparado para asumir la multiculturalidad.
c.- El multiculturalismo sólo tiene sentido como la combinación, en un territorio dado con una relativa unidad social, de una pluralidad de culturas que mantienen permanentes intercambios y comunicaciones en actores que utilizan diferentes sentidos de la vida. La coexistencia de culturas no expresa necesariamente la condición multicultural.
d.- La experiencia multicultural está modificando radicalmente nociones centrales como igualdad humana abierto a las diferencias y una noción de libertad no reducida a la simple autonomía del individuo, sino como necesidades de reconocimiento al interior de las comunidades y de sus tradiciones concretas. La igualdad abierta a las diferencias presupone la aceptación de la igualdad de valor de las diferentes culturas y el abandono de nociones como culturas “superiores”, “avanzadas”, “primitivas” o “subdesarrolladas”.
e.- Al convertirse las sociedades y los individuos en expresiones multiculturales se plantea ahora como exigencia, no simplemente la preservación cultural, sino el urgente reclamo del reconocimiento universal de la equipación de las diversas culturas.
Identidad:
            Las identidades a través de un proceso de individualización por los propios actores para los que son fuentes de sentido y aunque se pueden originar en las instituciones dominantes, sólo lo son si los actores sociales las interiorizan y sobre esto último construyen su sentido.
La dialéctica interno – externo de la identificación es el proceso por medio del cual todas las identidades (individuales y colectivas) se constituyen.
Por otra parte la identidad social nunca es unilateral, necesita de la interacción. En este sentido, tanto las identidades sociales individuales sociales individuales como colectivas pueden ser comprendidas utilizando un modelo dialéctico procesual, externo e interno mediante dimensiones simultáneas ocurridas durante la práctica social, denominada “momentos de identificación”, garantizando al individuo actuar autónomamente en u marco de referencia universalista, y hacer uso de su autonomía para desarrollarse en su subjetividad y particularidad.
Cuando se profundiza en la identidad; la cuestión de la cultura está presente, si bien no se puede confundir una con otra; mientras la cultura deriva en gran parte de procesos inconscientes, la identidad se basa en una norma de pertenencia, necesariamente consciente, fundada sobre oposiciones simbólicas. Esta a su vez aparece como una modalidad de categorización de la distinción “nosotros/ellos”, fundada sobre la diferencia cultural, seguido de concepciones “objetivistas” y subjetivistas”. La “objetivista”, que define la objetividad a partir de un cierto números de criterios determinantes, considerados objetivos como el origen común (herencia, genealogía), la lengua, la religión, la psicología colectiva o “personalidad de base”, el territorios entre otros. Todo ello es fuertemente criticado por los partidarios de una concepción “subjetivista” del fenómeno identitario, considerando que la identidad cultural no puede ser reducida a la dimensión atributiva ni considerarse como un fenómeno estático. En este sentido se dice que la identidad es un constructo elaborado en relación a los límites y fronteras entre los grupos que entran en contactos.
Alteridad:
            La alteridad ha influido como uno de los factores de gran importancia dentro del nivel cultural, existente en una determinada sociedad, esta se puede definir como la capacidad ética que tiene cada individuo para reconocer al otro, no como alguien que pueda ser utilizado con fines propios, sino el otro que mediante sus palabras y hechos nos permita reconocer que podemos hacer valer algo en nosotros mismos.
Es importante destacar que durante su trayectoria, este tema ha generado gran discrepancia e inquietud dentro de la sociedad, debido al alto índice de casos alteradores e impresionantes que han ocurrido a nivel mundial, realmente es lamentable observar y escuchar como las diferentes clases sociales, etnias, géneros entre otros, existente entre un ser y otro han influido causando estrago en nuestra humanidad, por el hecho de no querer razonar y entender que no siempre ser diferente significa ser desigual, que aunque no poseemos los mismos ideales, debemos asumir que tenemos responsabilidades con el otro, desde el momento en que logramos comprender el grado que tiene como ser humano dentro del entorno social, sin importar cual sea su condición debemos estar dispuestos a ayudar sin esperar nada a cambio; que aunque poseemos lenguajes distintos, somos de diferentes razas, tenemos creencias religiosa distintas, para mucho no poseemos el porte de rostro debido y somos de sexos diferentes, entre otras; eso no significa que no somos seres humanos, al contrario todos sin importar la nacionalidad que poseemos tenemos derecho a la vida y no debemos permitir que el odio se filtre en ella, sino más bien velar el uno por el otro, tratando de comprender y llegar a convivir felices en este mundo todos y juntos como hermanos.
Interculturalidad:
La interculturalidad es la expresión de un contacto entre culturas, o el estudio del impacto de una cultura considerada como superior, activa, sobre otra simple y pasiva. Afirmar que hay una cultura activa y otra simplemente receptiva no responde a criterios objetivos pues la cultura pasiva puede generar elementos de influencia de otra forma. Toma préstamos y rechaza otros aportes al poseer una capacidad de conservación propia extraordinaria.
La perspectiva intercultural no puede de ninguna manera escatimar el juego de identidad, especialmente cuando se trata de un contexto en que el intercambio funciona mucho más según los términos de los trágicos que siguiendo las voces de lo comunicativo. En este sentido, se revela una doble crítica continuamente solicitada, respecto a la problemática plural y compleja de lo intercultural y de la ambigüedad especialmente simbólica de la identidad, pues el acercamiento intercultural puede fácilmente presentarse de una manera acrítica y reforzar una forma de dependencia cultural e ideológica, mientras que una visión crítica de lo intercultural favorece una aproximación transitivas de las expresiones culturales, teniendo en cuenta la permeabilidad y la mediatización de los fenómenos culturales.
Toda cultura se opone a cruzamientos, a prestamos y a interferencias, hay elementos de una cultura que intervienen en nuestro capital cultural, por ello nos  alienarnos del otro y nos  encerrarnos en una  dependencia cultural,  se trata entonces de un  recurso intercultural que funda la pluralidad del campo en el que la persona evoluciona.
Debido a que la interculturalidad suele estar sujeta a los juegos de relación de fuerzas, el discurso de identidad es sintomáticamente mitigado, incluso conlleva una trampa, la mundialización se representa como voluntad de potencia devastadora mientras que se afrenta malentendidos, a veces indescifrables en las esferas mas altas de la comunicación.
Lo intercultural es de hecho una cuestión de pensamiento y de impulso, constituye tanto un juego en las relaciones intersubjetivas, como un desafío intelectual. Abarca lo racional y lo imaginario. Por esto se complica la función de la reflexión cuando se intenta hacer entrar en el debate las culturas y el sistema de valores que vehiculan. Podría parecer más allá de los fenómenos de colonización, de emigración, de mezcla y de mestizaje.
La comunicación intercultural implica, en primer lugar, individualidades que  llegan a transmitir, a través de sus cuerpos y de sus lenguajes, lo simbólico y lo imaginario de sus culturas. Lo vivido individual es el acto intercultural, es determinante en toda comunicación incluso en toda moral comunicativa.
En efecto si lo intercultural se presenta como horizonte de pensamiento y como apertura, es que las dimensiones éticas y estéticas constituyen una exigencia para repensar lo humano. Vivimos en un mundo en el que el mestizaje cultural ha llegado a ser una realidad indiscutible en la que la persona se encuentra obligada a tener “varios juegos de útiles conceptuales”, estar presentes en varios niveles a la vez y, a disponer de múltiples  registros de conocimientos.
En este sentido el mestizaje cultural es el reconocimiento del otro en nosotros.


Diferencia entre multiculturalidad e interculturalidad
La interculturalidad puede darse de distintos modos, pero predominantemente, de tres formas.

La primera, cuando al entrar en contacto con otras culturas tiende a hacerlas desaparecer estableciendo relaciones de dominación y no reconocimiento.
La segunda se da cuando al contactarse dos o más culturas se parte del reconocimiento del contexto y particularidades de la o las otras culturas, estableciéndose una relación de diálogo y respeto que va deviniendo en modificaciones significativas en los escenarios simbólicos de las culturas que han entrado en interacción.
La tercera, en el caso de que establezcan relaciones de contactos entre dos o más culturas, pero aún existiendo relaciones de reconocimientos, las culturas interactuantes no resultan afectadas o modificadas por encuentro o diálogo.
Por lo anterior podemos sostener que no toda relación de tipo intercultural es necesariamente multicultural, pero toda relación multicultural es necesariamente intercultural. La primera y tercera relación son interculturales, pero no son de carácter multicultural; mientras que la segunda es tanto intercultural como multicultural. Términos actuales que ocurren en Venezuela con respecto a la multiculturalidad.
Términos actuales que ocurren en Venezuela con respecto a la multiculturalidad
En nuestro país Venezuela la multiculturalidad ha pasado a formar parte del mismo; en tal sentido que nos encontramos a diario con personas que poseen culturas distintas, diferentes lenguajes, orígenes y géneros. Estos permiten reflejar como los distintos términos multiculturales se hacen presentes en nuestro país, mediante la identidad que poseen los venezolanos, sin dejar a un lado a los inmigrantes que se encuentran distribuidos en distintas regiones del país, muchas veces con la finalidad de obtener una mejor forma de vida, identificándose de tal forma con las demás personas y de algún modo implantando sus culturas. Posteriormente la alteridad también ocupa un papel importante dentro de nuestra sociedad, al observar la capacidad que poseemos para reconocernos unos a otros. Por otra parte, la relación intercultural en Venezuela permite la interacción entre diversas culturas que generalmente de origen a la elaboración de nuevos productos, derivados de factores pertenecientes a esas culturas.


 A través de los años el desarrollo multicultural se ha incrementado en diferentes países mediante el intercambio de culturas de una nación a otra, lo que ha permitido en distintas ocasiones la ampliación de nuevos conocimientos, mediante la adquisición de nuevas producciones.

Cabe señalar que no siempre este cambio recíproco entre distintos países ha sido del mejor agrado para muchos ciudadanos, quienes poseen una identidad cultural los cuales no se sienten identificados con culturas distintas, etnias, géneros diferentes, entre otros, lo que ha provocado gran discrepancia a nivel mundial, desatando el odio en muchos individuos y permitiendo que la discriminación entre seres humanos crezca cada vez más. En este sentido, tratamos de hacer una breve reflexión como ciudadanos y hermanas, que podamos ayudar sin importar la condición y nacionalidad que poseemos, todos tenemos derecho a la vida y por tal motivo necesitamos vivir en este mundo juntos y en armonía.

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